Aullidos en el olvido

Hacìa ya dos noches que no podìa dormir en paz, mis mejores amigos habìan sido asesinados y todo por la culpa de otro..amigo...Sirius, que nos habìa traicionado de la peor manera posible. Y yo que pensaba que esa amistad nunca sederìa ante nada.
Estaba sentado, solo en el Bosque Prohibido del colegio Hogwarts, rememorando recuerdos mientras aguardaba uno de mis peores miedos, aunque a decir verdad, despues de los hechos de muerte, se podrìa decir que aquella luna perfectamente circular, se habìa transformado en mi ùnico miedo. Pero ya nada valìa, me habìa convertido en un ser casi sin vida, me sentìa como en un abismo, un barco a la deriva, un trapo con movimientos penosos.

-Sirius...James...Peter...Lily...- murmurè mirando al castillo con su portada imponente.

El cielo ya se estaba oscureciendo y las sombras se devoraban ràpidamente al bosque. Me incorporè del suelo y me encaminè hacia la Casa de los Gritos. Se oìan los ruidos de las criaturas del bosque mientras lo recorrìa, pero ni siquiera las miraba. En un momento hasta pensè que serìa maravilloso que apareciera algùn monstruo para que me mastique y asì sentir el dolor fìsico con màs agudeza que el psicològico, pero lleguè a la conclusiòn de que ni eso ayudarìa en nada.

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Lleguè hasta el Sauce Boxeador siguiendo hasta el pasadizo en forma de cueva, una de sus ramas me golpeò en el hombro y me arrojò al suelo, iba tan perdido en mis pensamientos que ni siquiera habìa paralizado al àrbol. Corrì hasta deslizarme por el hueco. Fue un golpe fuerte, tenìa un dolor punzante en la clavìcula, quizàs estaba rota.
Seguì y seguì corriendo por el pasadizo. La luna se pondrìa dentro de poco.

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Una vez en la casa, subì por las escaleras a la habitaciòn que usaba antes para convertirme en un hombre lobo. Una lluvia de recuerdo nublò mi mente en el instante en que pisè aquel dormitorio... Todas las aventuras que tuvimos de jòvenes...nosotros... "Los Merodeadores". Las noches en vela recorriendo el los alrededores del castillo y Hogsmeade. James con su eterno humor de adolescente, Peter como siempre leal a nosotros, Sirius con su espìritu de aventurero rebelde... Me dejè caer en la cama adoselada y suspirè. Mirè hacia mi derecha y vì un gran espejo reflejando mi rostro. Sentì, al mismo tiempo que vì, una làgrima cayendo por mi mejilla, seguida de otra, y a esa le siguiò otra hasta que perdì la cuenta. Me dolìa el corazòn. No habìa otra forma de describirlo.
Divisè un alo de luz plateada entre las làgrimas, girè la cabeza hacia la ventana y allì estaba...la luna... la eterna enemiga. Me sentì mareado antes de comenzar con la transformaciòn, sentir mi piel desgarrarse y mis mùsculos contraerse...
Gritaba y gemìa de dolor, pero ni eso acallaba el sufrimiento que llevaba por la muerte de mis amigos... ni siquiera esto.

- NADA!!! -gritè, mientras mis palabras se transformaban en un aullido.

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Narradora:

Hasta el castillo aquella noche se podìa oìr los aullidos lastimeros de un lobo, partìan el alma, te llegaban hasta los huesos, estrujaban el corazòn... Toda la noche se escucharon, gemidos, aullidos... Y si alguien hubiera llegado a la Casa de los Gritos aquella noche, hasta le hubiera sido posible escuchar como un corazòn lleno de lealtad y fidelidad se partìa a pedazos bajo la luz de la luna de plata.

u.u

Simplemente hermoso!!


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Gracias Rach =)

^_^

Waaaa me gusta!!!!

Increible lo bien que escribes, vaya forma de transmitir sensaciones, creo que necesito más pañuelos.

Gracias chicas me alegra que les haya gustado

ta bueno

Bien me gusta, pero si preguntan lo negaré pulgoso